Entre el ser y el demostrar en cada uno de los casos
debes elegir.
Cuando eres algo de verdad no puedes demostrarlo, y
cuando quieres demostrarlo empiezas a dejar de ser. Son incompatibles entre sí.
Cuando intentas demostrar algo, es el principio del
fin del ser.
A tus amigos, puedes y debes intentar demostrar,
aunque pierdas el ser.
A tus enemigos si les intentas demostrar, no te
reconocerán nunca nada, y dejarás de ser.
Debes decidir.
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