lunes, 6 de septiembre de 2010

NUESTRO SINO

Sí. Es verdad, era nuestro sino.
No podíamos cambiarlo,
estaba todo decidido.

Peleábamos contra él,
con todas nuestras fuerzas,
pero luchábamos en vano.

Un mismo esfuerzo
lo enfocamos, en dos direcciones.
¡A ver que pasaba!

Un mismo vigor
lo dedicamos, a opuestos intereses.
¡A ver si engañábamos al destino!

Queríamos luchar contra el infinito.
Pero era una pelea perdida,
mucho antes de empezarla.

El guión estaba ya escrito
en una noche sin luna,
que no era noche.

Y en un día triste, bajo un sol de justicia,
todo se precipitó al vacío.
El mundo se paró en un instante.

Los dos caminos se unieron,
en la mas pura coincidencia,
y en la desazón mas absoluta...

Y todo, empezó de nuevo,
porque, no somos nada ni nadie.
Sí. Es verdad, era nuestro sino.