sábado, 2 de enero de 2010

FABULA “EL SABIO”.

Cierta ocasión en tiempos pasados, fue un joven, a buscar a un anciano sabio de su tiempo y le dijo: “Maestro, me gustaría ser sabio, como usted, ¿qué tengo que hacer para conseguirlo?”
A lo que el maestro le dijo: "Lo que tú deseas, no se consigue en poco tiempo, es un largo camino de aprendizaje, esfuerzo, enseñanzas, además de otra serie de cualidades, como paciencia, disciplina, autocontrol, y muchas otras."
El joven le escuchó y le dijo: "Estoy dispuesto a esforzarme, me gustaría que me enseñara el camino hacia la sabiduría."
El maestro después de ver el interés del joven, le dijo: "Está bien. En primer lugar, a partir de este momento, y durante un año, a todo aquel que te critique o te insulte, le vas a dar una moneda, después vuelves a verme."
El joven se quedó un poco extrañado, pero le dijo que así lo haría, y se fue. Pasó un año, durante el cual, a todo el que le criticaba o insultaba le daba una moneda.
Por fin regresó al sabio y le dijo, que había hecho lo que le había mandado.
El sabio entonces le dijo: “Muy bien, ahora tienes que ir a la ciudad y comprarme algo de carne para comer."
El joven seguía sin entender muy bien al maestro, pero le dijo que así lo haría y se fue.
Cuando iba a la ciudad, el sabio se disfrazó de vagabundo, para que no lo reconociera y cogió un atajo, adelantándole, y al llegar el joven a su altura, comenzó a insultarle.
El joven al oír los insultos, se paró y comenzó a sonreír, pensando: “Menos mal que ya ha pasado un año, a partir de hoy ya no tengo que darle ninguna moneda a este hombre.”
Al verle sonreír, el sabio se quitó el disfraz, sorprendiendo al joven, y le dijo:
"Veo que estás en el buen camino, has conseguido uno de los primeros y más importantes pasos, ya que eres capaz de no enfadarte e incluso sonreír, cuando alguien te critica o te insulta, y ese es uno de los pilares básicos en el largo camino hacia la sabiduría.