Vienes y te vas sin avisar,
Tienes demasiada prisa,
haces lo que te parece,
no respetas nada, ni nadie.
Me obligas a llevar lápiz y papel
como un eterno colegial,
haces caso omiso a todas las reglas
que nunca se hayan escrito.
Y yo…, quiero retenerte,
quiero sujetarte, quiero abrazarte,
quiero que me ilumines,
quiero que te quedes conmigo.
Pero eres como un fantasma
que atraviesas sin esforzarte
todas las redes que te echo,
y no logro conseguirlo.
¿Qué piedra tengo que ponerte,
en tu loco camino?
¿Qué puedo hacer yo,
para que te fijes en mí?
martes, 1 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hace mucho que no comento una publicación tuya, pero qué decir, más que son tan sentidas e intimistas...
ResponderEliminarPor eso creo que es mejor dejarlas fluir. Enhorabuena.