Queremos que todo siga igual.
Queremos que todo se mantenga como está.
Queremos tener una
respuesta lógica.
Queremos tener todo bajo control.
Hacemos reglas para controlarlo todo.
Pero el tiempo no es lógico y no es comprensible.
Siempre surgen nuevos cambios,
y seguimos intentando controlarlos.
Lo conseguimos por un tiempo, pero vienen más.
Todavía podemos con ellos.
Llega un momento que no los dominamos.
Empezamos a aceptarlos.
Comenzamos a no saberlo todo, a no aprender.
Comenzamos a olvidar.
El tiempo está
ganando la batalla.
Algunos lo llaman
vejez.
Pero yo digo que somos, prisioneros del tiempo.